domingo, 20 de noviembre de 2011

es extranjeros que llegaron a Cochabamba en busca de una profesión. Recorrer el campus de Tiquipaya es como estar en Nueva York, donde a cada paso puede encontrarse con personas de distintas nacionalidades del mundo e incluso del África, con idioma y costumbres diferente. Desde hace varios años, la calidad educativa que ofrece Univalle ha seducido a miles de jóvenes extranjeros, que llegaron para formarse profesionalmente en las carreras como Medicina, Odontología, Arquitectura, Hotelería y Turismo, Comunicación Social, Psicología, entre otras. Según datos de la institución, más de 1.500 jóvenes de diversas nacionalidades, incluida la keniana y la caboverdiana, estudian actualmente en la universidad. La comunidad brasileña es la más numerosa con 717 jóvenes, de ambos sexos, que en casi un 90 por ciento estudia Medicina. A ésta le sigue la peruana con 614 personas, que al igual que la primera tiene preferencia por las carreras de la Facultad de Ciencias y Salud. Los caboverdianos, jóvenes que llegaron desde Cabo Verde -un archipiélago situado en el océano Atlántico-, suman a la fecha 196, de los cuales 14 están en la Univalle de la Paz y los restantes en Cochabamba. A todas esas comunidades le sigue la chilena que alcanza a 132, la argentina 12 y otras como la española, la colombiana y keniana con menor número. Se calcula que en Cochabamba hay más de 8 mil universitarios extranjeros, que estudian en varias universidades privadas, que después de Univalle, los acogieron en sus aulas. Bajos costos Según el testimonio de varios estudiantes, una de las razones fundamentales que hace que muchos jóvenes migren hacia Bolivia en busca de una profesión es el alto costo que tiene una carrera en su país, sobre todo Medicina u Odontología. A esto se suma la dificultad de ingreso a la universidad pública, debido a los pocos espacios que existen para los miles de bachilleres que egresan en sus países de origen. Asimismo, está el bajo costo de vida que existe en Bolivia. Aseguran que muchos logran estudiar una carrera con la mitad e incluso menos de lo que les llegaría a costar en su tierra. “Brasil tiene un nivel de vida mucho más alto que Bolivia. Las universidades privadas son muy costosas y es casi imposible ingresar a la universidad pública, ya que tiene mucha demanda”, comenta un brasileño, quien se siente contento de estar en Cochabamba. Similar opinión tiene Gerson Monteiro, un caboverdiano que está en Cochabamba desde hace dos años con el sueño de convertirse en un arquitecto, profesión con la que quiere volver a su país. Monteiro, quien es representante de los caboverdianos, confiesa que Cochabamba es un lugar económico para estudiar. Asimismo, asegura que en Univalle encontró la universidad ideal para formarse como arquitecto. “En Univalle no sólo se da teoría, se hace mucha práctica y eso es lo que me gusta”, dice e indica que muchos de sus compatriotas valoran ese elemento que no sólo se da en Arquitectura sino en todas las carreras que ofrece la universidad. La calidad educativa que tiene Univalle ha trascendido las fronteras y hace que cada año sean más los jóvenes extranjeros de distintas nacionalidades del mundo lleguen hasta la llajta para profesionalizarse.


Brasileños, españoles, colombianos, peruanos, argentinos, chilenos, caboverdianos, entre otras nacionalidades es posible encontrar en la Universidad Privada del Valle (Univalle), la primera casa superior de estudios en abrir sus puertas a jóvenes extranjeros que llegaron a Cochabamba en busca de una profesión.
Recorrer el campus de Tiquipaya es como estar en Nueva York, donde a cada paso puede encontrarse con personas de distintas nacionalidades del mundo e incluso del África, con idioma y costumbres diferente.
Desde hace varios años, la calidad educativa que ofrece Univalle ha seducido a miles de jóvenes extranjeros, que llegaron para formarse profesionalmente en las carreras como Medicina, Odontología, Arquitectura, Hotelería y Turismo, Comunicación Social, Psicología, entre otras.
Según datos de la institución, más de 1.500 jóvenes de diversas nacionalidades, incluida la keniana y la caboverdiana, estudian actualmente en la universidad.
La comunidad brasileña es la más numerosa con 717 jóvenes, de ambos sexos, que en casi un 90 por ciento estudia Medicina. A ésta le sigue la peruana con 614 personas, que al igual que la primera tiene preferencia por las carreras de la Facultad de Ciencias y Salud.
Los caboverdianos, jóvenes que llegaron desde Cabo Verde  -un archipiélago situado en el océano Atlántico-, suman a la fecha 196, de los cuales 14 están en la Univalle de la Paz y los restantes en Cochabamba.
A todas esas comunidades le sigue la chilena que alcanza a 132, la argentina  12 y otras como la española, la colombiana y keniana con menor número.
Se calcula que en Cochabamba hay más de 8 mil universitarios extranjeros, que estudian en varias universidades privadas, que después de Univalle, los acogieron en sus aulas.

Bajos costos

Según el testimonio de varios estudiantes, una de las razones fundamentales que hace que muchos jóvenes migren hacia Bolivia en busca de una profesión es el alto costo que tiene una carrera en su país, sobre todo Medicina u Odontología.
A esto se suma la dificultad de ingreso a la universidad pública, debido a los pocos espacios que existen para los miles de bachilleres que egresan en sus países de origen.
Asimismo, está el bajo costo de vida que existe en Bolivia. Aseguran que muchos logran estudiar una carrera con la mitad e incluso menos de lo que les llegaría a costar en su tierra.
“Brasil tiene un nivel de vida mucho más alto que Bolivia. Las universidades privadas son muy costosas y es casi imposible ingresar a la universidad pública, ya que tiene mucha demanda”, comenta un brasileño, quien se siente contento de estar en Cochabamba.
Similar opinión tiene Gerson Monteiro, un caboverdiano que está en Cochabamba desde hace dos años con el sueño de convertirse en un arquitecto, profesión con la que quiere volver a su país.
Monteiro, quien es representante de los caboverdianos, confiesa que Cochabamba es un lugar económico para estudiar. Asimismo, asegura que en Univalle encontró la universidad ideal para formarse como arquitecto.
“En Univalle no  sólo se da teoría, se hace mucha práctica y eso es lo que me gusta”, dice e indica que muchos de sus compatriotas valoran ese elemento  que no sólo se da en Arquitectura sino en todas las carreras que ofrece la universidad.
La calidad educativa que tiene Univalle ha trascendido las fronteras y hace que cada año sean más los jóvenes extranjeros de distintas nacionalidades del mundo lleguen hasta la llajta para profesionalizarse.


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